Personalidades de la Cultura critican el Centralismo Porteño

Los escritores, artistas y cineastas alzan su voz
Saben que producir en el interior tiene desventajas, pero igual se quedan

Por Isolda Baraldi

La férrea concentración de la Argentina en la Capital Federal tiene consecuencias directas en la vida cotidiana de los habitantes del resto del país en muchos aspectos. En la edición del último domingo La Capital publicó un informe que muestra cómo la desigual distribución de los fondos del Estado nacional (que se nutren de los impuestos que pagan todos los argentinos) convierten al interior en un país de segunda. Una de las áreas más afectadas es la que concierne a cultura. A saber, de cada 10 pesos que gasta la Secretaría de Cultura de la Nación, 9 quedan en la ciudad de Buenos Aires y escasos seis centavos se distribuyen en el territorio santafesino (ver infografía). Este diario consultó sobre el urticante tema a varias personalidades de la cultura de Rosario, y la queja por la discriminación que sufre el interior fue unánime.



Mauro Machado (artista plástico): "Para los funcionarios nacionales la Argentina es Buenos Aires. El interior para ellos no existe, y conocen poco y nada de lo que pasa en las provincias. El interior, en el mejor de los casos, es un conjunto de regiones carecientes a las que hay que asistir... desde Buenos Aires. Durante el anterior gobierno radical, la Secretaría de Cultura de la Nación organizó y financió un tren que acercaba a las provincias manifestaciones culturales de Buenos Aires. Es decir, la cultura es concebida únicamente como un fluido unidireccional que tiene su origen en Buenos Aires y viaja hacia la nada, que es el interior".



Gustavo Postiglione (cineasta): "Si no te descubren en Buenos Aires es imposible que puedas pasar las fronteras de Rosario. He peleado por más de 15 años con los porteños por este tema. Esta es una estructura perversa, que es la mejor palabra para definirla. Pero también hay rosarinos que recién abren los ojos cuando las cosas se muestran desde Buenos Aires. El centralismo es el gran monstruo que impide la producción local, en la mayoría de los casos".


Chiqui González (directora de teatro y funcionaria de Cultura municipal): "Como siempre las cuestiones presupuestarias reflejan un problema conceptual. En los números se ven las ideas. Somos herederos de multiculturas que lamentablemente no se respetan porque todavía vivimos con una concepción impuesta en los primeros 50 años del siglo XX. Indudablemente esta concepción debe ser revertida de modo formidable para que se respeten las riquísimas expresiones culturales de todas las regiones que tiene el país".



Angélica Gorodischer (escritora): "La situación es horrorosa. Ya sabemos que Buenos Aires se traga todo, pero también creo que se debe hacer un doble juego porque desde allí se irradia. Quisiera que en todo el país hubiera editoriales y también distribuidoras de libros para que no todo lo que se escriba tenga que pasar por allí. Yo tuve que publicar allí para lograr difusión, pero no es fácil hacerlo. Desde Cultura de la Nación me han dicho que hay proyectos para revertir esto, vamos a ver si se cumplen".


Jorge Fandermole (músico): "Hay personas muy valiosas y de enorme talento en todas partes del país, pero al no entrar en los circuitos de difusión nacionales parece que no existen. Con respecto a lo musical, ya se visualizan productoras independientes en distintos puntos del país para plasmar sus producciones. Creo que lo mejor es la búsqueda de sitios alternativos".


Graciela Sacco (artista plástica): "Lo cierto es que el fuerte de las políticas culturales está en Buenos Aires, lo que no quiere decir que no se pueda producir acá o en cualquier lado. El problema es cómo son los accesos de la gente y el público a la propuesta artística, y allí juegan un papel fundamental los medios nacionales. Es inevitable viajar los 400 kilómetros que nos separan de Buenos Aires, el otro camino es Nueva York pero queda más lejos".


Patricia Suárez (escritora): "Los fondos nacionales que quedan en la Capital Federal ratifican el centralismo que impera en la Argentina desde hace un siglo. Es cierto que si no existís allá, tampoco existís acá. Pero también es un problema de los consumidores. Si en cada región se diera más importancia a la producción local de alguna manera la situación cambiaría".



Cristián Hernández Larguía (músico y director coral): "Es una situación muy lamentable, por años me he peleado y discutido con los porteños. Ellos centralizan absolutamente todo, pero también hay rosarinos que viven con los ojos puestos allá. También hay paradojas: las mejores críticas me las hicieron allá y también me dieron premios muchísimos años antes que aquí".


Dante Taparelli (diseñador y artista plástico): "Tengo el doloroso orgullo de que muchas cosas que hemos hecho aquí, después han sido copiadas en Buenos Aires. Rosario es mucho más creativa que la Capital, y creo que también nos tienen miedo. Ellos vienen acá y son bien reconocidos, por el contrario cuando nosotros queremos encontrar un espacio en la Capital es casi imposible si no tenés contactos que te faciliten algo".





NOTA: Publicado en el diario La Capital de Rosario, 29 de marzo de 2001

http://www.lacapital.com.ar/2001/03/29/articulo_8.html

Binner y otros ocho Jefes Comunales levantan su queja por el Centralismo Porteño

Intendentes del interior se hacen oír

Reunidos en Rosario, afirman que el federalismo es "una asignatura pendiente" por parte de la Nación


Por Laura Vilche


La idea de que la distribución de fondos nacionales favorece claramente al centralismo porteño en desmedro de las provincias, que mereció una nota el último domingo en La Capital, fue avalada ayer por ocho jefes comunales de distintas localidades del país y por el propio intendente Hermes Binner. En el marco del encuentro de la mesa ejecutiva de la Federación Argentina de Municipios (FAM), Binner se reunió a deliberar y a comer un asado con sus colegas, a quienes además les mostró orgulloso el Cema El eje del encuentro fue reclamar que la Cámara de Diputados apruebe la normativa que impone a las empresas telefónicas el pago de un canon a los municipios por afectación del espacio público. Pero luego de la reunión vino el almuerzo telúrico en la Granja de la Infancia (Godoy al 8000). Allí, aprovechando el aire campestre, los mandatarios se liberaron del saco y hablaron contra el centralismo de Capital Federal que, según sostienen, padecen cotidianamente. Binner y los intendentes de las capitales de La Rioja y Catamarca, junto a los de localidades pequeñas de provincias como Entre Ríos, Mendoza y Buenos Aires, coincidieron en que una forma de luchar contra el centralismo porteño es comenzando por casa, es decir, aplicando políticas de descentralización en sus municipios.


Las voces del interiorLuis María Agost Carreño es intendente de la capital de La Rioja, una ciudad donde viven 350 mil personas. Dice que el imperialismo interno es "sin dudas" una deuda del país, y como muestra ofrece un dato preocupante: "Nuestra provincia recibe de la Nación un presupuesto menor que el que tiene el teatro Colón, una joya de la que goza la mayoría de los porteños y que difícilmente una familia humilde de mi ciudad puede visitar". General Pintos, una localidad de 12 mil habitantes que queda a 350 kilómetros de Capital Federal, tiene a Luis Bruni como primer mandatario. "A mí me cuesta mucho más que a Aníbal Ibarra (intendente de Capital Federal) ser atendido por una autoridad nacional", ironiza para luego agregar: "Y eso que pertenezco a la Alianza. El reclamo por el federalismo es ancestral, pero sobre esto se debe actuar y dejar de declamar", se queja. A 400 kilómetros de la capital de su provincia y a 1.200 kilómetros de la General Paz se yergue Malagüe (Mendoza). Celso Jaque no titubea al sostener que las provincias "son un país de segunda con respecto a Capital, y cuanto más lejos se está es peor". Dice que una forma de revertir el problema es a través de la descentralización porque, para él, el federalismo es "una asignatura pendiente de la Argentina". "No se puede hablar de autonomía sin un mango", dice sin medias tintas el intendente de María Grande, una localidad con 8 mil habitantes de la provincia de Entre Ríos. "El colmo para nuestra población, productora de pollos, es que para comerciar nuestros productos en los súper primero debemos esperar que vayan a Capital. Es una realidad que Dios es argentino pero trabaja en Capital Federal", señala. Eduardo Brizuela del Moral gobierna en la capital catamarqueña. "Cómo será el centralismo porteño -se queja- que una vez que se dignaron a traer un megaespectáculo a la ciudad debíamos soportar tantos gastos que nos convenía más hacernos cargo de toda la organización". Binner, como buen anfitrión, fue el último en tomar partido. "En el interior se siente la diferencia con la ciudad de Buenos Aires. Basta comparar los presupuestos: nosotros contamos con 300 millones de pesos y Capital con 3.600 millones. Hay que descentralizar, es la manera moderna de gobernar. Eso sí, nosotros aún conservamos cosas que ellos perdieron, como el contacto con el medio ambiente y la naturaleza".



NOTA: publicado en el diario La Capital de Rosario, 28 de marzo de 2001